Ana S. In memoriam

Hace apenas unas horas me he enterado de que te has marchado de este mundo. Me consta que a pesar de que tu gusto por el color en la ropa y en la vida, siempre has sido una persona discreta que no gusta de gritar a los cuatro vientos tus penas y dolores, que han sido muchos y muy profundos. Todo te lo tomaste siempre como una experiencia. Cada cicatriz era un diploma, un certificado de superación de una lección de la vida. Pero yo no soy tan fuerte como tú, ¿sabes? Esto no se le hace a un amigo. Espero que no se repita y no te vuelvas a morir sin avisar.

Sé que no te gusta que lloremos tu pérdida o que añoremos tu ausencia. Nos dirías que la vida es demasiado corta, y la muerte demasiado inoportuna, y que no podemos perder este precioso tiempo lamentándonos por aquello que perdimos, por muy valioso que nos suponga. Como por ejemplo tu amistad.

De modo que me limitaré a celebrar haberte conocido y haber tenido el privilegio de considerarte mi amiga, y buscaré consuelo en las palabras de la única religión que te vi practicar:

» Cuando uno ya deja este mundo, el Monstruo de Espagueti Volador nos transporta con sus tallarinescos apéndices al Paraíso, un mundo inmenso lleno de volcanes de cerveza y de fábricas de strippers, además de grandes mares para surcar con tu barco pirata.
Recuerda que el Volcán de Cerveza (llamado así porque la cerveza es la bebiba favorita de MonEsVol) en realidad puede expulsar cualquier tipo de bebida, incluso sin gluten y sin lactosa, para aquellos que no puedan tomar. Lo mismo ocurre con la Fábrica de Strippers, que se adapta a tus gustos, sin tan siquiera pedirlo.» Evangelio Pastafari.

Te voy a echar de menos, y te voy a recordar siempre que vea a alguien con el pelo rojo. También al escuchar muchas canciones. Pero en este momento, solo me viene una a la cabeza, de la que hablamos en una de nuestras últimas conversaciones. Así que me aplicaré el cuento y silbaré. Gracias por todo, amiga.

Deja un comentario

Un sitio web WordPress.com.

Subir ↑